Aunque no es muy grande, es muy acogedor y está súper bien cuidado. Desde que entras se nota que todo está limpio y ordenado, lo que da mucha tranquilidad.
La sala de espera es cómoda y tiene un ambiente agradable, con una decoración sencilla pero bonita. No parece un lugar frío o aburrido como otros consultorios, al contrario, te hace sentir agusto.
Y los dentistas súper amables siempre ganandose la confianza del cliente. Yo personalmente aún no puedo hablar de mis resultados, pero tengo amigos y familiares que se han hecho tratamientos en la clínica y les ha quedado un resultado muy lindo.

